"Boloñesa" de soja texturizada
Pocas cosas hay que se le puedan poner delante a un buen plato de pasta, hecho con tiempo y con cariño. Esta receta se acaba de convertir en una de mis favoritas, es una cosa loca y no tiene absolutamente nada que envidiar a la receta original de ragù bolognese, que es otra cosa muy distinta, pero no tan distinta.
Obviamente esta no es una receta fiel, como os podéis imaginar, pero qué más da, está delisssssia y es bastante más responsable con el medio ambiente.
Allons-y!
Tiempo de preparación: aprox. 1 hora
Ingredientes
- 50 g de soja texturizada pequeñita
- 1 cebolla mediana
- 1 zanahoria grande o 2 pequeñas
- 2 ramas de apio
- 2 cucharadas de tomate concentrado
- 500 g de tomate natural triturado
- 120 ml de vino tinto o un buen chorro
- 2 hojas de laurel
- 250 g de pasta
- 150 ml de leche (opcional)
- Albahaca (opcional)
Antes de empezar
- Yo he usado leche de vaca entera, pero también se puede usar leche de avena sin azúcar, que es la más cremosa de las vegetales creo yo, y queda genial, prácticamente igual.
- El secreto está en la salsa. Literal. Cuando cocino con proteína vegetal o sustitutos de productos animales, que últimamente es casi siempre, no suele importarme que no se parezca a la receta original ni busco que no se note la diferencia, no me parece que sea el propósito, pero cuando ocurre y sale tan bien... Ais, es que te das cuenta de que hay cosas que pensabas imprescindibles y que claramente no lo son. En este plato ocurre porque todo el protagonismo lo tiene la salsa, y si cocinas con una buena salsa... ya lo tienes todo.
Receta
- Antes de nada, vamos a poner a remojo la soja texturizada en agua caliente veinte minutos.
- Mientras tanto, picamos en brunoise (en daditos pequeños) la cebolla, la zanahoria y el apio.
- Después colamos la soja y la salteamos en una sartén muy caliente a fuego fuerte con un chorrito de aceite hasta que haya perdido toda la humedad y esté tostada y crujiente. Reservamos.
- Enfriamos la misma sartén esperando unos minutos fuera del fuego y luego, con otro chorro de aceite, sofreímos a fuego medio la cebolla, la zanahoria y el apio con un poco de sal hasta que estén transparentes y un poco tostadas.
- A continuación añadimos la soja y el vino, removemos un poco y esperamos unos minutos a fuego medio-alto hasta que ya no huela a alcohol.
- Ahora incorporamos el tomate concentrado, el tomate triturado, el laurel y la albahaca, integramos todo y dejamos que haga chupchup durante 30 minutos como mínimo a fuego medio-bajo.
- Cuando queden 10 minutos aprovechamos para hervir la pasta en agua hirviendo con sal hasta que esté al dente.
- Opcionalmente, mientras la pasta se cuece, podemos lograr un plus de cremosidad en la salsa añadiendo leche. Esperamos unos minutos hasta que se integre todo y corregimos de sal.
- Juntamos con la pasta, un poco de queso por encima si queremos y a disfrutar de este locurón de plato.
delisssssia!!!
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